El Tile of Spain confía en que el salón de Bolonia aporte un plus de optimismo al sector, que durante el presente ejercicio ha comprobado cómo se ha ralentizado su ritmo de crecimiento exportador
El lunes abre sus puertas en Bolonia una nueva edición de Cersaie, el gran centro de negocios mundial donde las empresas azulejeras y esmalteras de Castellón mostrarán hasta el viernes sus principales novedades de producto ante clientes llegados desde todos los puntos del planeta. Las firmas del Tile of Spain inician el certamen con la seguridad de que se cerrará un ejercicio con cifras de crecimiento, aunque menores en comparación al último curso. Por ello, esta semana en Bolonia servirá para ver si se confirma la tendencia de ralentización de los mercados o, si por contra, los compradores de la feria permiten un cierre de año más positivo.
El contexto internacional ofrece escenarios desiguales para las azulejeras de Castellón y la feria servirá como termómetro exacto para valorar cómo evolucionará el mercado a corto y medio plazo en exportación.
En este sentido, los mejores clientes de la cerámica made in Spain son los clásicos: sobre todo la Unión Europea, que suponen más del 40% de las ventas en el extranjero, con Inglaterra, Francia y Alemania como mejores exponentes; y Estados Unidos, que sigue aumentando sus pedidos y pronto podría superar a Francia en el primer puesto del ránking de compradores.
INCERTIDUMBRES En el lado opuesto de la balanza se encuentran tres destinos que generan gran incertidumbre en el sector azulejero español. Es el caso de Argelia, cuyo mercado es previsible que se mantenga bloqueado; de Arabia Saudí, que sigue estancado, y sin visos de continuar su crecimiento registrado años atrás; y, finalmente, de Jordania, que también presenta un descenso significativo.
A ello se suma otro de los temas que más preocupan a la industria: la ausencia de un marco regulatorio en la cogeneración, El azulejo exige la repotenciación de sus fábricas para reducir la factura eléctrica, mejorar la calidad del suministro y no ver empeorada su competividad frente a la competencia internacional, caso de la cerámica italiana, cuyas compañías pagan por la electricidad menos que las que tienen su sede en Castellón.
LA DELEGACIÓN MÁS NUMEROSA Con estos condicionantes, que marcan en buena medida la actividad comercial, el contingente del Tile of Spain tiene ante sí cinco largas jornadas para exhibir sus últimas propuestas de diseño, cerrar el mayor número de pedidos y establecer nuevos contactos para abrir su abanico de clientes en todo el mundo.
La visibilidad de las empresas españolas es máxima, ya que de las 800 con espacio en Cersaie, casi 170 son originarias de España. Ningún otro país puede presumir de una representación tan numerosa ni cualificada, a excepción de las firmas italianas que son mayoría y son la principal amenaza a la hora de pugnar a pie de estand por atraer al mayor número de compradores.
En este sentido, las empresas desplazadas desde Castellón cuentan con dos bazas a su favor. En primer lugar, su puesta en escena en BolognaFiere, ya que los estands del Tile of Spain ya están a la altura en estética y diseño que los de sus principales competidores italianos. Hace años que, en este capítulo, el azulejo español puede presumir de haber dado un gran salto cualitativo que es muy significativo.
NUEVOS USOS DEL MATERIAL El otro as que guardan las marcas de la provincia es el abanico creciente de soluciones que incorporan en sus catálogos comerciales. Al margen de las láminas cerámicas y los grandes formatos, tan en boga, las compañías azulejeras han focalizado buena parte de sus esfuerzos en potenciar, a partir de la innovación, usos adicionales para que el material se popularice en interiores, exteriores, fachadas, encimeras, mobiliarios, puertas o, incluso, en techos.
El lunes abre sus puertas en Bolonia una nueva edición de Cersaie, el gran centro de negocios mundial donde las empresas azulejeras y esmalteras de Castellón mostrarán hasta el viernes sus principales novedades de producto ante clientes llegados desde todos los puntos del planeta. Las firmas del Tile of Spain inician el certamen con la seguridad de que se cerrará un ejercicio con cifras de crecimiento, aunque menores en comparación al último curso. Por ello, esta semana en Bolonia servirá para ver si se confirma la tendencia de ralentización de los mercados o, si por contra, los compradores de la feria permiten un cierre de año más positivo.
El contexto internacional ofrece escenarios desiguales para las azulejeras de Castellón y la feria servirá como termómetro exacto para valorar cómo evolucionará el mercado a corto y medio plazo en exportación.
En este sentido, los mejores clientes de la cerámica made in Spain son los clásicos: sobre todo la Unión Europea, que suponen más del 40% de las ventas en el extranjero, con Inglaterra, Francia y Alemania como mejores exponentes; y Estados Unidos, que sigue aumentando sus pedidos y pronto podría superar a Francia en el primer puesto del ránking de compradores.
コメント